Monday, October 24, 2011

El aspecto del realismo mágico en los cuentos de Gabriel García Márquez

En el libro titulado La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y de su abuela desalmada del famoso autor colombiano, Gabriel García Márquez escribe cuentos como parte del movimiento literario conocido como “el realismo mágico.”  Este concepto significa que hay elementos mágicos mezclados con aspectos del mundo real.  En otras palabras, existen muchos elementos de lo cotidiano que parecen más creíbles, pero la magia interrumpe “lo normal,” y crea un ambiente de extrañamiento.  Aunque la magia no es exagerada, deja al lector pensando en que la historia de García Márquez le puede pasar a cualquiera.
En el primer cuento, “Un señor muy viejo con unas alas enormes,” Márquez explica el descubrimiento extraño de la pareja Pelayo y Elisenda: un hombre que parece un ángel atípico.  Escribe,
Estaba vestido como un trapero.  Le quedaban apenas unas hilachas descoloridas en el cráneo pelado y muy pocos dientes en la boca, y su lastimosa condición de bisabuelo ensopado lo había desprovisto de toda grandeza.  Sus alas de gallinazo grande, sucias y medio desplumadas, estaban encalladas para siempre en el lodazal (Márquez 6). 
En la descripción completa, podemos ver que no tiene los rasgos típicos de un ángel, sino de una criatura decrépita y olvidada.  Sin embargo, la pareja quiere guardar el hombre cuando se dan cuenta de que los vecinos vean el ángel como un espectáculo.  Normalmente, la gente reconoce un ángel e inmediatamente piensa en el concepto de fe. En este caso, Márquez describe, “Vinieron en busca de salud los enfermos más desdichados del Caribe: un pobre mujer que desde niña estaba contando los latidos de su corazón y ya no le alcanzaban los números…y muchos otros de menor gravedad” (9).  La fascinación continúa por un tiempo, hasta que otro espectáculo llega al pueblo en la forma de una mujer convertido a una araña.  Pienso que la fascinación de la gente representa la ignorancia.  Cualquier persona fuera de lo normal parece como un espectáculo.  No pueden ver el valor del hombre a partir de su apariencia cuando se dan cuenta de que no puede curar los enfermos. Le hacen miserable el ángel a causa del maltratamiento y abandonamiento.  Por fin, el cuento termina con el escapo del ángel, lo que podríamos interpretar como su libertad de la asolación y burlas de todos.
            En un cuento siguiente titulado “El ahogado más hermoso del mundo,” hay una línea obscura entre la fantasía y la realidad.  En este cuento, unos niños encuentran el cuerpo de un hombre ahogado en el mar, y cuando le traen al pueblo, todos se dan cuenta de la belleza pura y misteriosa del hombre.  Márquez juega con la realidad de un muerto ahogado que normalmente aparece hinchado, blanco, y descompuesto.   Eventualmente, toda la gente del pueblo quiere honorar ese hombre, y fantasean sobre la vida y personalidad de su hombre nombrado Esteban.  “Pensaban que si aquel hombre magnífico hubiera vivido en el pueblo, su casa habría tenido las puertas más anchas, el techo más alto y el piso más firme, el bastidor de su cama habría sido de cuadernas maestras con pernos de hierro, y su mujer habría sido la más feliz” (Márquez 45).  Aunque sabemos que esta obsesión es exagerada, yo encuentro un elemento de honor y respeto para el muerto muy fundamental.  Pienso que ese cuento refleja la mentalidad de muchos países latinoamericanos porque valoren las vidas de las familias después de muerte mucho más que las familias típicas en los estados unidos.  Para el día de los muertos en México, por ejemplo, los mexicanos pasan una semana cada año dando respeto y celebrando las vidas de miembros de la familia difuntos.  En el cuento, todos los vecinos unen para dar un funeral tremendo al hombre ahogado.  Pienso que tal vez eso refleja los sentimientos de Márquez y su cultura de cómo vean y tratan la idea de la muerte. 
            Finalmente, en el ultimo cuento y el título del libro, “La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y de su abuela desalmada” narra la historia de una niña Eréndira y su abuela. El cuento está llena de tristeza y un fracaso de valores familiares.  Después de un fuego causado de Eréndira en la mansión, la abuela condena a su nieta una vida de prostitución para pagar su deuda.  Hay un punto definitivo en que cambia la vida de Eréndira totalmente.  “Poco después, el viento de su desgracia se metió en el dormitorio como una manada de perros y volcó el candelabro contra las cortinas” (Márquez 93).  En este punto, el símbolo recurrente del viento simboliza la desgracia de Eréndira.  Por toda la historia, Márquez describe los encuentros sexuales entre la niña y hombres que pagan por sus servicios hasta casi el final.  En una instancia en una conversación entre la abuela y Eréndira, la abuela dice, “Tienes ropa de reina, una cama de lujo, una banda de música propia, y catorce indios a tu servicio.  ¿No te parece esplendido?” A la que responde Eréndira, “Si abuela” (Márquez 143).  Esta respuesta recurre varias veces en el cuento porque Eréndira está maltratada y no tiene un escape.  Ella está representada como un joven sumiso a los hombres y su abuela, hasta que conoce a Ulises y le convence a matar a su abuela.  El cuento termina en el mismo sentido del principio: con la tristeza.  La abuela está matada, y Eréndira desaparece en el mar a pesar del suceso de la muerte de su abuela.  Ulises se queda mirando Eréndira, con un corazón completamente roto, y la culpa de la muerte de una mujer. 

1 comment:

  1. En el primer cuento, el concepto de un hombre que parece un ángel atípico es muy interesante. Márquez escribe con un realismo mágico. “Contra el criterio…los ángeles de estos tiempos eran sobrevivientes fugitivos de una conspiración celestial” (Márquez 10). En la descripción del ángel, tiene alas enormes y es viejo. El avistamiento del ángel es espectacular – un evento raro. Usualmente, la discusión de ángeles ocurre con la religión y la fe. En el último cuento, la increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada, hay una referencia al ángel. “Y tú – le dijo la abuela - ¿dónde dejaste las alas?” (Márquez 114). Ulises respondió con su naturalidad “las tenía era mi abuelo, pero nadie lo cree” (Márquez 114). En este capítulo, los eventos que ocurren son más realistas, como la prostitución de Eréndira. Sin embargo, el autor usa la fantasía y la imaginación para referirse al ángel.

    Adrian Diggins
    adiggin9@mail.naz.edu

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