Wednesday, October 12, 2011

Una entrevista con la autora de "Inscrita bajo sospecha"

Después de leer la novela Inscrita bajo sospecha escrito de Mabel Cuesta, preguntamos: “Qué significa la falta de claridad en su obra literaria?”  En el caso de Mabel Cuesta, especulamos que tiene que enfrentarse a la incertidumbre de ser ella misma como lesbiana en Cuba.  Los temas alrededor de esta incertidumbre incluyen: la memoria de su país de origen, la ausencia del padre en una familia rota, y la soledad en un país extraño al principio de su inmigración.  En clase el 11 de octubre, tuvimos la oportunidad de hablar con Srta. Cuesta por Skype, mientras ella estaba en Tejas.  Le preguntamos sobre algunos temas de interés, incluyendo preguntas que pertenecen a su propio libro, y su perspectiva de asuntos mundiales como la identidad, y la homosexualidad. 
Mabel inmigró a los EEUU cuando tenía 29 años, y por eso, se considera de nacionalidad cubana primero, norteamericana, segundo.  Cuando llegó, se enfrentó a muchas preguntas sobre su identidad, la incertidumbre, y la ignorancia de algunos estadounidenses.  Aunque no cambió su propia identidad, se sentía como nadie, como una sospechosa.  A causa de todo esto, su identidad sufrió y le hizo preguntarse ¿Quién soy? El libro Inscrita bajo sospecha le ayudó a sanar por un tiempo, porque pudo escribir sobre todos los asuntos que le afectaba mucho. 
Me interesó mucho el capítulo titulado “Inscrita bajo sospecha I,” porque aborda la pregunta: ¿de dónde vengo?  En este cuento, la autora escribe de una familia rota a causa de la identidad desconocida de su padre.  Ella escribe:
“Si la mujer resulta vencedora en al contienda, saldremos de aquí con un documento, trozo de papel que cambiará la identidad para mí, un algo indescifrable que ahora porta mi madre en su cartera.  Un algo que me permitirá en lo adelante ser identificada como parte de la sangre del hombre que niega la mujer que reclama, eso es en cuando seré” (Cuesta 20).
Aquí, podemos ver que después de un examen de A-D-N, la protagonista debe entender mejor su linaje familiar pero en este caso, no significa mucho porque su papá no es un parte importante de su vida en realidad.
Yo le pregunté a Mabel: “¿Qué considera Ud. su propia hogar, y cómo se identifica con ese lugar? ¿Está en Cuba, o los EEUU?” Su respuesta resonó dentro de mí porque dijo que su propia casa está en su corazón.  Aunque no tiene casa física en Cuba, todavía  se identifica como parte de aquel país.  Por otro lado, también tiene una casa física en los Estados Unidos, pero no necesariamente tiene una patria total aquí tampoco.  Por eso, su casa emocional existe dentro de sí misma.  Mencionó también que durante toda su vida, había sido crítica de todo.  Dijo “no quiero ser pasiva.” Siempre está preguntándose el significado de los eventos y los estados de su vida.  Pienso que esa mentalidad es muy recomendable para cualquier persona del mundo.
Me imagino que es difícil entender completamente la situación de un inmigrante, porque ellos podrían sentir que no pertenezca a ninguno de los dos lados.  Hablamos en clase del estado del “inbetweenness” y cómo el resto del mundo quiere definir su propia identidad en vez de descubrirlo por sí mismo.  No debemos mirar a los inmigrantes como “el otro, el sospechoso, ni el desconocido,” sino de otro ser humano con su propia historia (Cuesta interview). Cuando relacionamos este concepto a lo que dice Sarup en el artículo “Home and Identity,” (1994) el autor elabora: “The foreigner can be defined only in negative fashion.  The foreigner is the Other.  …the one who does not have the same nationality” (99).  Sarup propone que es imposible sentir bienvenido porque los ciudadanos rechazan el extranjero.  En mi opinión, pienso que esta mentalidad está cambiando poco a poco, pero el progreso no significa que los inmigrantes pueden asimilar fácilmente. 

Obra citada
Sarup, Madan. "Home and Identity." Travellers' Tales: Narratives of Home and DisplacementEd. George Robertson, Melinda Mash, Lisa Tickner, Jon Bird, Barry Curtis, and Tim Putnam. London: Routledge, 1994. 93-104. Print.

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